La crueldad de abril
- Sergio M. Sánchez
- 17 abr
- 1 Min. de lectura
Crueldad en los treinta días.
Eso desprendes cuando
con los huesos fríos
nos cubres de lluvias
nos cubres de ahogados
Si fuese sencillo
respirar el picor de la hierba
en el zumbido de los parques
templaríamos tu seducción
para ver lo enjuto
de tu sombra
Pero serán otros los que destapen
la enfermedad
la sequía
el llanto
para leer en los peces
tus cenizas saladas
Quién nadará en el fuego
con total indiferencia
Puede un río
calmar la sed de tantos años
Los caracoles veneran siempre
el momento inmediato
que sucede a la tormenta
y las flores
(pobres flores)
ardiendo
ahogándose
indistintamente
Elegid
elegid entonces el fuego
marchitaos en el asfalto
corredores del viento
y buscadores de sombras
pero serán otros
pero serán otros los que destapen
la enfermedad
la cólera
el llanto
para leer en las flores
tus escamas quemadas
Pero serán otros los que te condenen
con el culto que merece un tirano
anunciando así tu llegada;
que de los libros broten las flores
escondidas secas
aplastadas
marchitamente perennes
mejor condenadas por nuestro fiel esfuerzo
y que tu biblioteca rezume
que huela a crueldad.
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