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Nun ye cuentu: l'asturianu, una llingua viva

Actualizado: 13 may



En una escuela rural en algún rincón de Asturias, una maestra escribe en la pizarra: "Güelu, güela, prau, trabayu y monte". Los neños leen en voz alta las palabras que escuchan en casa, en la panadería y en el recreo, pero que parecen enmudecer cuando salen a un mundo que habla en inglés y en castellano. No lo saben, pero están pronunciando algo más que un idioma: están rescatando una herencia que no se basa solo en las palabras que utilizan, sino en la forma en que se relacionan con el exterior. Pero el caso del asturiano no es único, forma parte de un mapa mundial de lenguas minorizadas, en peligro, que resisten en la cuerda floja entre la institucionalidad parcial y el compromiso de sus hablantes. Un compromiso que, aunque fuerte, no es suficiente por sí solo para que siga vivo un idioma en peligro. Porque el camino más directo para luchar por la transmisión de las lenguas es la protección institucional, la oficialidad.

Cuando muere una lengua, también lo hace con ella una manera de entender el mundo y de acercarse a él. Cuando se mata, no hay vuelta atrás.

Coincidiendo con la Selmana de les Lletres Asturianes, la Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana volvió a organizar este sábado 10 de mayo, en Oviedo, la manifestación por la oficialidad del Asturiano. La de este año estuvo marcada por el debate en la Junta General del Principado sobre la oficialidad, y también por la reciente suspensión del Plan de Normalización Lingüística de Gijón 2024-2027, que fue declarado nulo el pasado 8 de mayo por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo por defectos de forma, dando la razón a Vox, que fue quien presentó el recurso el pasado 1 de octubre. El panorama se propone complejo para los hablantes de asturiano pero no imposible. Asociaciones e iniciativas como la Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana, Iniciativa pol Asturiano y Mocedá pola oficialidá, representando a la juventud, han demostrado que hay voluntad de conseguir una oficialidad que requiere de una modificación del Estatuto de Autonomía cuyo proceso ha iniciado pero que aún no cuenta con los apoyos suficientes. Aunque la oficialidad no garantiza en sí misma la pervivencia de la lengua, es el único camino posible para conseguirlo. Lo demostraron ayer los hablantes de asturiano y lo hacen cada vez que pueden reivindicando su derecho: el emburrión del asturianu ye imparable


Manifestación por la oficialidad. 10 de Mayo de 2025. Fuente: Mocedá pola Oficialidá

Una desventaja histórica y un debate social


El pasado 3 de abril, en Oviedo, el reconocido poeta, escritor y presidente del Instituto Cervantes, Luis García Montero, afirmó: “El asturiano, sin estatuto, siempre estará en desventaja”. Lo hizo en su comparecencia en la Junta del Principado de Asturias, que tuvo lugar en el marco de la Comisión de Presidencia, Reto Demográfico, Igualdad y Turismo sobre la política lingüística. No pudo estar más acertado el catedrático de la Universidad de Granada, quien también aseguró que: “la generosidad de Asturias hacia la idea de España le ha pasado factura a la hora de cuidar su propia tradición”. En la misma jornada compareció la portavoz de Plataforma contra la Cooficialidad, Beatriz Rodríguez, quien argumentó que la modificación estatutaria en pos de la oficialidad serviría para "enaltecer y privilegiar una creación lingüística artificial" y "tensionar la relación entre los asturianos, dado que no existe demanda social".


Hoy, con la oficialidad como objetivo y como vía para mantener vivo el asturiano y el eonaviego, es necesario acallar con datos las dudas sobre la existencia de la llingua. Porque la existencia de una gramática propia, de documentación que atestigua su diferenciación con el castellano y los miles de hablantes, son los argumentos más sencillos y a la vez más fuertes para defender el asturiano. A quienes esgrimen frases del estilo "es un idioma inventado" conviene recordarles que toda lengua lo ha sido en algún momento a la hora de ser institucionalizada. El castellano, el inglés, el alemán o el euskera también lo fueron en algún momento. Establecer unas reglas gramaticales y normativas es obligatorio para que una lengua tenga capacidad de mantenerse con vida.


Para explicar la situación actual de la llingua se puede acudir al refranero, que bien dice: “Entre todos la mataron y ella sola se murió”. Dentro de los múltiples actores se encuentran los 40 años de dictadura y represión lingüística, la falta de voluntad política, la globalización, la diglosia histórica con el castellano -que es un bilingüismo desequilibrado en el que una lengua, en este caso el castellano, tiene más prestigio que la otra, normalmente por una cuestión de uso administrativo-, y otros factores más políticos que sociales.


La documentación histórica, sobre todo administrativa, demuestra la existencia y uso de un predecesor del asturleonés en el siglo X. De aquel siglo es La Nodicia de Kesos, el documento más antiguo encontrado en lengua romance en la península ibérica.

Fragmento de la Nodicia de Kesos. Documento original ubicado en el  Archivo Catedralicio de León
Fragmento de la Nodicia de Kesos. Documento original ubicado en el Archivo Catedralicio de León

Encontrado en el monasterio leonés de los Santos Justo y Pastor de Rozuela, no es más que un inventario de los quesos gastados por el hermano Jimeno. Aunque anecdótica y con un contenido que puede resultar poco interesante, su importancia reside en ser el documento más antiguo en la península ibérica en una lengua romance. Por su localización geográfica, lo lógico sería pensar que tiene más relación con el futuro asturiano y leonés que con el castellano, aunque Xavier Cayado (Rales, Asturias, 1987) asegura que “el castellano se lo apropió como el documento más antiguo de su propia lengua, cuando a nivel histórico es inviable”. Y lo dice con razón, porque no fue hasta el año 1230 cuando el Reino de León se anexionó al de Castilla. Hablando propiamente de asturleonés, los  primeros documentos encontrados son El Fueru d’Avilés, El Fueru Xulgu y el Fueru de Xixón. Hay autores que consideran que el Fuero de Lleón es la primera traducción del latín al asturiano.

"El castellano se lo apropió como el documento más antiguo de su propia lengua, cuando a nivel histórico es inviable”
Mapa de las variedades dialectales del asturleonés. Fuente: Wikipedia
Mapa de las variedades dialectales del asturleonés. Fuente: Wikipedia

En el siglo XVI, uno de los más ilustres personajes asturianos, Melchor Gaspar de Jovellanos, intentó crear la Academia Asturiana de las Buenas Letras, con objetivo de establecer un diccionario y una gramática, aunque no llegó a  buen puerto. Si bien en 1919 nació en Gijón la Real Academia Asturiana de las Artes y las Letras y en 1946 el Instituto de Estudios Asturianos (actualmente el RIDEA), no fue hasta finales del siglo pasado cuando se fundó formalmente la Academia de la Llingua Asturiana (ALLA), en 1980, encargada del estudio y difusión del asturiano y el eonaviego en Asturias. 


Pueblos vecinos del asturiano, como el caso de León, también comparten reclamaciones lingüísticas muy similares. El llionés y sus variedades se encuentran en una situación de peligro, aunque tal y como establece Javier Miguélez, miembro del Instituto Llionés de Cultura, "el llionés también ye una realidá ente la xente mozo".


Discriminación y represión lingüística en el siglo XXI


No me gusta cómo hablas (o más bien no me gustas tú). Crítica de la discriminación lingüística es un libro de María del Carmen Méndez, doctora en Lengua española por la Universidad de Vigo, en el que aborda la represión lingüística y su importancia en el plano humano. “Lo más importante de la represión lingüística es que no reprimes lenguas, reprimes personas”, afirma la autora, que hace hincapié en la importancia de atajar también otro tipo de discriminaciones lingüísticas. 


Pero no es algo exclusivo del pasado. Hoy en día ocurren situaciones de discriminación incluso en la Universidad de Oviedo. Es el caso de la gijonesa Marina García y sus compañeros, que, cursando el máster de del profesorado en la especialidad de llingua asturiana, tuvieron problemas  con profesores y el rectorado. “Dende qu’entamamos el cursu recibimos amenaces, coacciones y discriminación pol fechu d’espresanos na nuesa llingua”, asegura. Además, también afirma que comparten asignaturas con especialidades como inglés o francés, tratando a la llingua asturiana como una lengua extranjera más, en lo que califica de “una falta de rigor filolóxicu”.

“Dende qu’entamamos el cursu recibimos amenaces, coacciones y discriminación pol fechu d’espresanos na nuesa llingua”

Lo más grave de la polémica fue que en uno de los trabajos entregados no recibieron nota alegando que no lo entendían y no tenían competencias. De todas maneras, como bien recuerda ella misma, la famosa Ley de Uso y promoción del Asturiano, junto con los Estatutos de la Universidad y el Servicio de Normalización Lingüística garantizan, no solo la no discriminación por el empleo del asturiano, sino la posibilidad de que los documentos en asturiano sean traducidos. Sin embargo, en el Acuerdo de 20 de julio de 2018, del Consejo de Gobierno de la Universidad de Oviedo, por el que se aprueba el Reglamento regulador del uso de asturiano en la Universidad de Oviedo y de la Comisión Asesora de Normalización Lingüística, se recoge que: “Quedan excluidos de su ámbito de aplicación los documentos de carácter académico, que se regirán por su normativa específica”. En este punto vuelve la clave de siempre: la oficialidá. Sin ella, ni el asturiano ni ninguna lengua minoritaria tiene el amparo amparo ni protección necesaria. 

Marta Mori, profesora y sindicalísta; Claudia Menéndez, presidente de ADAE; Ivan Llera, presidente de Iniciativa pol Asturianu; Marina García, estudiante y Xicu Ilesies, ciudadano discriminado. Fuente: Iniciativa pol Asturianu.
Marta Mori, profesora y sindicalísta; Claudia Menéndez, presidente de ADAE; Ivan Llera, presidente de Iniciativa pol Asturianu; Marina García, estudiante y Xicu Ilesies, ciudadano discriminado. Fuente: Iniciativa pol Asturianu.

Asturias y Aragón -también León- son los únicos territorios españoles con lenguas propias cuyo glotónimo (nombre con el que se conoce a una lengua) no coincide con el nombre del lugar en que se hablan. Y no lo tienen, de nuevo, por carecer de estatuto de cooficialidad. En Asturias, el término que se ha empleado durante el siglo XX, y que permea a la sociedad actual asturiana, ha sido el bable, convirtiéndose en un término despectivo y que trata de relegar el idioma a un mero dialecto del castellano. El aragonés, por su parte, arrastra la etiqueta de fala. Maite Moret, doctora en filología hispánica por la Universidad de Zaragoza, aseguró en el V Seminario de Iniciativa pol Asturianu que esta “es una forma más de discriminación”


Ante este panorama discriminatorio Inicativa pol Asturianu ha salido al paso creando un buzón en el que la gente pueda denunciar casos de discriminación, pero "también contar experiencias positivas", explica el presidente de Iniciativa, Iván Llera.

Gracias a esta propuesta se materializa uno de los planes de la Consejería de Política Lingüística del Principado de Asturias que ha quedado en el tintero por el momento. De nuevo, la sociedad civil organizada acaba sacando adelante propuestas útiles y necesarias.


Vuelve ser más que necesario recordar que, cuando se reprime una lengua, no solo queda reprimido en sentido gramatical. Mediante esta represión se sofocan las voces de un pueblo que necesita de la oficialidad de su lengua como única vía posible para que una cultura lingüística no quede enterrada en el olvido. Dar la posibilidad al pueblo de expresarse como quiera, sin trampa ni cartón y de forma libre es el camino que garantizará un marco legal y social favorable para una transmisión tanto generacional como institucional del idioma. Porque la cuestión del asturiano y sus reclamaciones es una realidad. Nun ye cuentu, es una lengua viva luchando por no desaparecer.

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